En las primeras revisiones me comentaron que la limpieza nasal con suero fisiológico formaba parte de la higiene diaria del bebé.
Yo solo practico la tortura china del sacamocos, cuando la cosa se pone fea. Al principio cumplía diariamente pensando que se podía ahogar por obstrucción de las vías respiratorias, lo sé estoy un poco tarada.
Es un show circense en el que sufrimos las dos, necesito aguantarla con fuerza porque ella se defiende como una boxeadora.
Mueve la cabeza y me dice "Nein, Nein, Nein (no, no, no)" increible que ya ha aprendido a decirme que nanai maita.
Al principio me entra la risa, después me pongo fritanga, soy el poli malo y tengo que cumplir una misión imposible y sin Tom Cruise.
Y asi estamos un buen rato, cabeza a la derecha, cabeza a la izquierda, patada arriba, patada abajo, al final no me queda otra que ejercer un poco de fuerza y enchufarle ese líquido malvado.
Después la consuelo en mi regazo, y me mira de reojo con un poquito de rencor, la señorita se enfanda y me lo hace notar, por suerte para mi sentimiento de culpabilidad enseguida nos reconciliamos con muchos besitos.
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